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Oda: Una oda es una composición poética de
tono elevado, que trata asuntos diversos entre los que se recoge una reflexión
del poeta. Según el tema que se cante, puede ser religiosa, heroica,
filosófica, amorosa. En general se aplica a todo poema destinado a ser cantado.
Se utiliza también para hacer alabanzas a cualidades que poseen personas u
objetos que el poeta quiere destacar positivamente. Antiguamente se cantaba con
el acompañamiento de un instrumento musical.
Himno:Un himno es un canto o texto narrativo
que, al igual que la oda, expresa sentimientos positivos, de alegría y
celebración. En un principio fue una composición coral, para después
perpetuarse como género de poesía latina en la Edad Media
Elegia:La elegía es un subgénero de la poesía
lírica que designa por lo general a todo poema de lamento. La actitud elegíaca
consiste en lamentar cualquier cosa que se pierde: la ilusión, la vida, el
tiempo, un ser querido, un sentimiento, etc. La elegía funeral (también llamada
endecha o planto, en la Edad Media) adopta la forma de un poema de duelo por la
muerte de un personaje público o un ser querido, y no ha de confundirse con el
epitafio o epicedio, que son inscripciones ingeniosas y lapidarias que se
inscribían en los monumentos funerarios, más emparentados con el epigrama, otro
género.
El poeta es el verdadero hacedor del poema,
más allá del autor real al que nos remite el poema. No será, pues, Juan Ramón,
quien escriba, sino el poeta. Y pretende comunicar una sensación,
un estado de animo: el mismo que a él le llevó a realizar el poema.
En un comentario poético se deberán tratar los siguientes puntos:
A.-
Estructura externa
B.-
Estructura interna
C.-
Lenguaje poético
En un comentario poético se deberán tratar los siguientes puntos:
A.-
B.-
C.-
A.-
ESTRUCTURA EXTERNA.
Generalmente, el poema se presentará en verso. ( Hay, por
supuesto, poemas en prosa, pero no es el caso en ninguno de los poemarios
propuestos, haciendo la salvedad de Luis Cernuda, donde además es minoritario.)
El primer cometido será el análisis métrico del poema, con la inclusión de un comentario
sobre todos los aspectos métricos: versos, pausas, acentos, rimas y
estrofas. Se tendrá en cuenta que algunos poemas no presentan una métrica
tradicional, sino el verso libre, el cual no responde a ninguno de los
aspectos métricos citados. En los poemarios seleccionados es muy minoritario,
pero esta presente. Conviene ir con cautela, pues en algunos autores (
Juan Ramón Jiménez, Cernuda, Neruda, Vallejo ) nos encontramos con versos libres,
con métrica tradicional y con una mezcla , a veces, de ambos, pues el
verso libre es un elemento característico de la poesía del Siglo XX, y fueron
estos autores los que d dieron ese paso, a veces de forma clara, a veces,
como prueba.
En el verso, se indicara el nombre, clasificación y origen. ( Ej: el verso alejandrino es un verso de arte mayor, compuesto por dos hemistiquios heptasílabos, de origen medieval. Fue utilizado por el llamado Mester de Clerecía, en el Libro de Alexandre, obra anónima del siglo XIII , de donde recibió el nombre/) . Las pausas finales son las que marcan verdaderamente el verso. El elemento más atractivo, para el comentario, es la presencia de encabalgamientos, motivado por múltiples causas, según el autor y poema, y no se deben pasar por alto.
No se suele atender a los ritmos acentuales en el poema, aunque sea el elemento primordial del mismo. Probablemente el tiempo del que se dispone no de lugar a su estudio. No obstante, si se puede hacer alusión a ello en casos muy marcados.
En la rima se hará constar su tipo ( asonante o consonante) y su esquema, respetando las convenciones más extendidas: identificar la misma rima con la misma letra, mayúscula o minúscula según sean los versos de arte mayor o menor; y señalando con un guión los versos sueltos.. No estaría de más señalar los fonemas que formas la rima en cada caso, si no son muy abundantes.
Finalmente, se comentará la estrofa. Presenta, en algunos de los autores leídos, una formulación tradicional: soneto, romance, cuartetos, serventesios, décimas, etc... Pero en muchas otras, desde el Modernismo, aparecen esquemas métricos novedosos, que no responden a ningún esquema fijo, sino a la libre creación del poeta. Habrá que ver la adecuación de la misma al contenido que en ella se expresa.
En el verso, se indicara el nombre, clasificación y origen. ( Ej: el verso alejandrino es un verso de arte mayor, compuesto por dos hemistiquios heptasílabos, de origen medieval. Fue utilizado por el llamado Mester de Clerecía, en el Libro de Alexandre, obra anónima del siglo XIII , de donde recibió el nombre/) . Las pausas finales son las que marcan verdaderamente el verso. El elemento más atractivo, para el comentario, es la presencia de encabalgamientos, motivado por múltiples causas, según el autor y poema, y no se deben pasar por alto.
No se suele atender a los ritmos acentuales en el poema, aunque sea el elemento primordial del mismo. Probablemente el tiempo del que se dispone no de lugar a su estudio. No obstante, si se puede hacer alusión a ello en casos muy marcados.
En la rima se hará constar su tipo ( asonante o consonante) y su esquema, respetando las convenciones más extendidas: identificar la misma rima con la misma letra, mayúscula o minúscula según sean los versos de arte mayor o menor; y señalando con un guión los versos sueltos.. No estaría de más señalar los fonemas que formas la rima en cada caso, si no son muy abundantes.
Finalmente, se comentará la estrofa. Presenta, en algunos de los autores leídos, una formulación tradicional: soneto, romance, cuartetos, serventesios, décimas, etc... Pero en muchas otras, desde el Modernismo, aparecen esquemas métricos novedosos, que no responden a ningún esquema fijo, sino a la libre creación del poeta. Habrá que ver la adecuación de la misma al contenido que en ella se expresa.
B.-
ESTRUCTURA INTERNA.
En la estructura interna se reflejarán los diversos apartados en que
podríamos dividir el "contenido" del poema. Ello supone adelantar, en
parte, el significado del poema. No habrá más remedio que hacerlo así, pues el
"contenido" de un poema probablemente tiene mucho más que ver con
estas cuestiones formales que con las puramente significativas: en otras
palabras: si es literatura lo es por la forma externa que ha querido darle el
poeta y por la organización de sus materiales lingüísticos. Y no porque su
significado sea poético por si mismo.
Hay que tener en cuenta, consecuentemente con lo dicho ahora, que la estructura interna guarda relación, en muchas ocasiones, con la externa. La división en determinadas estrofas puede indicar una división significativa. ( Así ocurre generalmente con el Romancero gitano de Lorca )
Por otro lado, la estructura interna puede hallarse determinada en otras ocasiones por la utilización de unos recursos expresivos diferentes en cada una de sus partes. Si se encontraran estos recursos propios del lenguaje poético, facilitaría y anticiparía, de nuevo, algunos elementos que se desarrollaran en el punto siguiente.
Como se vera, su delimitación es compleja, pues se deben atender a diversos aspectos que se trataran con amplitud en otros apartados. Por ello se aconsejo antes, y se insiste ahora, en la conveniencia de hacer un pequeño esquema previo.
Hay que tener en cuenta, consecuentemente con lo dicho ahora, que la estructura interna guarda relación, en muchas ocasiones, con la externa. La división en determinadas estrofas puede indicar una división significativa. ( Así ocurre generalmente con el Romancero gitano de Lorca )
Por otro lado, la estructura interna puede hallarse determinada en otras ocasiones por la utilización de unos recursos expresivos diferentes en cada una de sus partes. Si se encontraran estos recursos propios del lenguaje poético, facilitaría y anticiparía, de nuevo, algunos elementos que se desarrollaran en el punto siguiente.
Como se vera, su delimitación es compleja, pues se deben atender a diversos aspectos que se trataran con amplitud en otros apartados. Por ello se aconsejo antes, y se insiste ahora, en la conveniencia de hacer un pequeño esquema previo.
El análisis del lenguaje poético es el apartado más arduo de elaborar. Presenta
múltiples rasgos y es difícilmente delimitable, por cuanto los recursos son muy
variables, incluso en diferentes poemas de un mismo libro. Además, conviene ir
aunando estos rasgos con la estructura externa y con sus valores
significativos, pues una enumeración de elementos poéticos sin valor significativo
carece de todo interés. (Ejemplo: "el texto presenta muchas metáforas,
repeticiones y aliteraciones". ) Y esa explicación tampoco consiste en
definir las figuras ( Ejemplo: "la aliteración es la repetición de
fonemas" ) Para realizar un buen comentario se deben evitar estas listas y
explicaciones que no aportan nada sobre el texto. Habrá siempre que buscar su
valor poético.
Radicará en el uso de de figuras literarias y en el valor expresivo que aporten los materiales lingüísticos. En realidad no son dos aspectos distintos, sino que están funcionando en el mismo plano. La distinción es puramente metodológica.
Sin pretender la exhaustividad, se pueden apuntar algunos elementos que tal vez sirvan de guía, teniendo en cuenta que no todos aparecerán en un determinado poema. Advertir también que cada poema impondrá el orden en que se comentan estos materiales; por ello, el orden en que aparecen aquí sólo obedece a los diferentes planos de la lengua.
Radicará en el uso de de figuras literarias y en el valor expresivo que aporten los materiales lingüísticos. En realidad no son dos aspectos distintos, sino que están funcionando en el mismo plano. La distinción es puramente metodológica.
Sin pretender la exhaustividad, se pueden apuntar algunos elementos que tal vez sirvan de guía, teniendo en cuenta que no todos aparecerán en un determinado poema. Advertir también que cada poema impondrá el orden en que se comentan estos materiales; por ello, el orden en que aparecen aquí sólo obedece a los diferentes planos de la lengua.
El principal
recurso fonológico que presenta el texto ya ha sido abordado en la estructura
externa, pues todos los elementos métricos son fonológicos.
Recordar sólo la aliteración, muy presente en los poemarios seleccionados, tiene valores expresivos muy alejados según los casos, dependiendo de los sonidos que se repitan. Recordar ahora su presencia durante todo el modernismo, sin olvidar que puede estar presente en cualquier poema.
Recordar sólo la aliteración, muy presente en los poemarios seleccionados, tiene valores expresivos muy alejados según los casos, dependiendo de los sonidos que se repitan. Recordar ahora su presencia durante todo el modernismo, sin olvidar que puede estar presente en cualquier poema.
Un repaso de la Lengua de COU debiera ser suficiente para comprobar que la lengua
ofrece múltiples posibilidades expresivas. Sólo aparecerán aquí aquellas que
pueden ser más productivas.
El sustantivo: Los valores expresivos del sustantivo radican más en su significado que en sus aspectos morfológicos. Tal vez, el único aspecto morfológico interesante es la presencia de morfemas apreciativos: dimimutivos, aumentativos y despectivos. En todos ellos, suelen primar los valores afectivos sobre los verdaderamente denotativos, de tal forma que el autor no aumenta o disminuye magnitudes, sino que manifiesta su subjetividad hacia las realidades a las que alude el sustantivo.
El adjetivo: Debe ser tenido muy en cuenta pues sus posibilidades son muy variadas. Aumentan según sea su función y frecuencia: desde el adjetivo con función de atributo al grupo de adjetivos epítetos alrededor del nombre. Cela muestra toda su ternura y toda su ironía a través de la disposición binaria/ternaria de los adjetivos en torno al sustantivo. Su colocación respecto al nombre es muy variable: los adjetivos especficativos suelen posponerse al sustantivo, mientras que los explicativos se anteponen. Otro criterio muy a tener en cuenta es que los adjetivos valorativos se anteponen, mientras que los objetivos se posponen.
El verbo: Los valores modales, aspectuales y temporales que el verbo ofrece son muy utilizados por casi todos los poetas. Convendría repasarlos en el manual de Lengua de COU. Así, Lorca, en su Romancero Gitano, utiliza el mismo sistema verbal que el romancero viejo, donde se priman los valores aspectuales del verbo (imperfectivo/perfectivo) en detrimento de los valores temporales. Igualmente expresiva es la oposición Indicativo/Sunjuntivo en La realidad o el deseo de Cernuda.
Determinantes y pronombres: Se unen generalmente al verbo para mostrarnos las personas gramaticales. La lírica muestra la subjetividad de un "yo". Y puede ir dirigida a una segunda persona, bien concreta (en los poemas amorosos), bien representación del lector, o a una colectividad. Blas de Otero, en Ancia, pasa del yo al nosotros para manifestar un cambio en la concepción de su poesía.
El sustantivo: Los valores expresivos del sustantivo radican más en su significado que en sus aspectos morfológicos. Tal vez, el único aspecto morfológico interesante es la presencia de morfemas apreciativos: dimimutivos, aumentativos y despectivos. En todos ellos, suelen primar los valores afectivos sobre los verdaderamente denotativos, de tal forma que el autor no aumenta o disminuye magnitudes, sino que manifiesta su subjetividad hacia las realidades a las que alude el sustantivo.
El adjetivo: Debe ser tenido muy en cuenta pues sus posibilidades son muy variadas. Aumentan según sea su función y frecuencia: desde el adjetivo con función de atributo al grupo de adjetivos epítetos alrededor del nombre. Cela muestra toda su ternura y toda su ironía a través de la disposición binaria/ternaria de los adjetivos en torno al sustantivo. Su colocación respecto al nombre es muy variable: los adjetivos especficativos suelen posponerse al sustantivo, mientras que los explicativos se anteponen. Otro criterio muy a tener en cuenta es que los adjetivos valorativos se anteponen, mientras que los objetivos se posponen.
El verbo: Los valores modales, aspectuales y temporales que el verbo ofrece son muy utilizados por casi todos los poetas. Convendría repasarlos en el manual de Lengua de COU. Así, Lorca, en su Romancero Gitano, utiliza el mismo sistema verbal que el romancero viejo, donde se priman los valores aspectuales del verbo (imperfectivo/perfectivo) en detrimento de los valores temporales. Igualmente expresiva es la oposición Indicativo/Sunjuntivo en La realidad o el deseo de Cernuda.
Determinantes y pronombres: Se unen generalmente al verbo para mostrarnos las personas gramaticales. La lírica muestra la subjetividad de un "yo". Y puede ir dirigida a una segunda persona, bien concreta (en los poemas amorosos), bien representación del lector, o a una colectividad. Blas de Otero, en Ancia, pasa del yo al nosotros para manifestar un cambio en la concepción de su poesía.
Los recursos sintácticos más frecuentes son: paralelismo ( a veces
acompañado de repetición), hipérbaton, asíndeton y polisíndeton.
Los tres últimos son recursos escasos en la poesía del siglo XX. Por ello
mismo, su aparición es muy significativa. El paralelismo suponen un
detenimiento lírico y temporal, a veces en acciones o sentimientos que se
repiten.
La mayor complejidad de los textos poéticos podría radicar en que predominan
los valores connotativos frente a los denotativos. Remiten a
determinados temas que suelen ser constantes en cada poeta, traspasando en
muchas ocasiones un libro y abarcando la obra entera del poeta y hasta toda una
época literaria.
Generalmente, no afectan solamente a una palabra, sino a un grupo de ellas que mantienen un estrecha relación significativa. Estas reiteraciones léxico-semánticas van referidas a significados "clave" que es necesario comentar. Machado insiste en ciertos elementos como la tarde, la infancia, el recuerdo, las galerías, etc... Neruda, en los elementos telúricos. Abril, de Luis Rosales, lleva un título significativo por si mismo.
Las figuras literarias referidas al plano semántico son muy numerosas.
Figuras
de pensamiento.
Generalmente, no afectan solamente a una palabra, sino a un grupo de ellas que mantienen un estrecha relación significativa. Estas reiteraciones léxico-semánticas van referidas a significados "clave" que es necesario comentar. Machado insiste en ciertos elementos como la tarde, la infancia, el recuerdo, las galerías, etc... Neruda, en los elementos telúricos. Abril, de Luis Rosales, lleva un título significativo por si mismo.
Las figuras literarias referidas al plano semántico son muy numerosas.
La personificación o prosopopeya generalmente le sirve al poeta para
trasladar sus sentimientos a todas las cosas. Aunque no muy presente en
los textos poéticos elegidos, hay dos figuras contrarias: cosificación y
animalización: ambas se pueden rastrear en los Poemas humanos
de Vallejo; están muy frecuentes, con otra intención, en el estilo esperpéntico
que utilizan Valle-Inclán y Cela en sus respectivas obras. En estos casos, se
trata de rebajar la dignidad de los personajes; en Vallejo, se parte de esa
degradación del ser humano para aceptarla casi con alegría.
La antítesis representa el contraste de ideas o pasiones (amor/odio, realidad/deseo). Al ser la visión del poeta un visión subjetiva, es muy frecuente que se vea alterada, sobredimensionada: aparecerá la hipérbole.
La antítesis representa el contraste de ideas o pasiones (amor/odio, realidad/deseo). Al ser la visión del poeta un visión subjetiva, es muy frecuente que se vea alterada, sobredimensionada: aparecerá la hipérbole.
El uso y la renovación expresiva de la metáfora es probablemente el
rasgo más característico de la poesía del Siglo XX. Arranca en el Modernismo
para pasar a la depuración expresiva de Juan Ramón Jiménez y llegar a la
culminación con la Generación del 27. Siempre pone en estrechisima relación dos
términos (real e imaginario), de donde proviene toda su fuerza expresiva. Se
tratara siempre de explicar esa relación y los nuevos significados que
adquieren los dos términos. En el Modernismo, la metáfora aparece vinculada con
la sinestesia. Y en otras ocasiones, se podría establecer relación con
el símbolo: no podía ser de otra forma, pues el Simbolismo francés es
una de las fuentes de donde se nutre nuestro Modernismo. Tambien en relación
con la metáfora, aparece el símil o comparación, que mantiene el
deslinde entre los dos elementos puestos en relación.
La metonimia ( Parece cada vez más inadecuado establecer la diferencia con la sinécdoque ) establece la relación entre el todo y la parte o viceversa. Establece cambios significativos importante, al reducir o ampliar la caracterización semántica de las realidades a las que se refiere.
La metonimia ( Parece cada vez más inadecuado establecer la diferencia con la sinécdoque ) establece la relación entre el todo y la parte o viceversa. Establece cambios significativos importante, al reducir o ampliar la caracterización semántica de las realidades a las que se refiere.
Rima:
Este gran poeta del Barroco compuso este soneto amoroso con rima consonante ABBA ABBA CDE DCE, una de las estructuras posibles dentro de las pautas clásicas del soneto:
Soneto IV
A la duración de un pensamiento
No sólo envidia al suelo, no envidiada (*) A
sólo en tu altiva frente de una estrella, B
era ¡oh, gallarda torre, cuan bella B
temida, y cuan temida respetada! A (CUARTETO)
Ya ¿qué no allana el tiempo?, derribada, A
creces llanto a Sagunto; niega vella B
la hiedra, huésped que se abraza en ella, B
o ella se esconde en ella, de afrentada. A (CUARTETO)
No le prestó su fe su fortaleza. C
Mas ¿qué homenaje deja el tiempo duro D
que en brazos de sus alas no dé al viento? (*) E (TERCETO)
No hay bronce que a su fuerza esté seguro. D
Tú, triste, eternidad, valor, firmeza C
buscas, no a bronce o torre: a un pensamiento. (*) E (TERCETO)
*NOTA: Se ignora la vocal débil -i- del diptongo.
En la rima E, realmente no es preciso ignorar la vocal débil, lo exponemos así por coherencia con el caso de los cuartetos.
Metrica:
La métrica
es la cantidad de sílabas fonéticas que tiene cada verso.
To / das / las / ro / sas / son / la / mis / ma / ro / sa — 11
En la métrica es necesario tomar en cuenta lo siguiente:
To / das / las / ro / sas / son / la / mis / ma / ro / sa — 11
En la métrica es necesario tomar en cuenta lo siguiente:
- La sinalefa.
- La diéresis.
- La acentuación de la última
palabra de cada verso.
- La sinalefa. Cuando una palabra termina
en vocal y la siguiente empieza con vocal, se unen ambas vocales en un
diptongo. La conjunción "y" se toma en su sonido vocálico. La
"h" no interfiere en la formación de la sinalefa.
o has /
ta el / pe / na / cho / tor / na / di / zo y / frá / gil. = 11 y / to /
do un / co / ro in / fan / til — 7
- La diéresis se representa
por medio de dos puntos en posición horizontal. Consiste en la división de
un diptongo para formar dos sílabas, poniendo dicho signo sobre la primera
vocal del diptongo que se quiere deshacer. Así, la palabra suave, que
tiene dos sílabas, puede considerarse de tres: sü-a-ve.
au / ra /
sü / a / ve / , blan / da / y a / mo / ro / sa = 11 la / del / que hu /
ye el / mun / da / nal / rü / i / do = 10
- La acentuación de la última
palabra del verso. Según la posición del acento, por efectos fonéticos,
varía el valor de la última sílaba; si es palabra aguda, la última sílaba
suena como dos: se aumenta una sílaba. Si el verso termina con una palabra
monosílaba, ésta se considera como aguda.
voz / de
/ cía / vel / va / ro / nil = 7 -f- 1 = 8 son / re / í / a co / mo u /
na / flor — 8 + 1 = 9
- Si es palabra grave, la
cantidad de sílabas no varía.
mo / re /
no / de / ver / de / lu / na — 8
- Si es palabra esdrújula, las
dos últimas sílabas suenan como una. Se quita una sílaba.
an / tes
/ de / lie / gar / a / Cor / do/ba = 9 — 1 = 8
- Los versos pueden ser de
una, dos, tres, cuatro, hasta 16 sílabas o más. La denominación de los
versos, según su métrica, es la siguiente:
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