jueves, 3 de mayo de 2012

Pagian 84 Articulo Academico

¿Qué es un texto académico?
Un texto académico constituye una elaboración intelectual que busca abordar o profundizar
alguna temática en particular de manera formal.
Dónde se utiliza un texto académico: el ámbito de uso es la academia, o sea, los lugares
donde se difunde y se adquiere conocimiento formal.
Cuándo se confecciona un texto académico: durante el proceso de la enseñanza y el
aprendizaje, a partir de una investigación, o para lograr la difusión, el intercambio y la
discusión del conocimiento.
Para qué producir o confeccionar un texto académico: el propósito es comunicar o difundir el
conocimiento producido.
Quién puede ser el autor de un texto académico: puede ser el estudiante, el profesor, el
investigador.
A quién está dirigido un texto académico: puede estar dirigido a colegas, al estudiante, al
profesor, etc.
En el ámbito académico existen textos de confección habitual, tales como informes, ensayos y
monografías, existiendo diferencias entre ellos.
Tipos de textos académicos:
1. Informe: comunica de forma descriptiva algo ocurrido con la mayor objetividad posible y
menciona detalles relevantes, que se expresan de manera sistematizada. Informa y analiza
datos, conceptos, ideas, hechos o sucesos.
2. Ensayo: se trata de un desarrollo libre sobre un tema, hecho o acontecimiento. Permite
establecer opiniones sin exigencia de pruebas, aunque manteniendo el rigor intelectual de
la argumentación y la consistencia del discurso.
3. Monografía: comprende la recopilación, selección, comparación, análisis y síntesis de los
componentes de un tema restringido y delimitado, con un nivel de investigación rigurosa.
4. Tesis monográfica o tesina: refiere a un tema específico cuya hipótesis debe ser original.
Implica un estudio científico o académico realizado con métodos apropiados a la naturaleza
del tema.



¿Cómo se estructura un texto académico?
La estructura que presenta todo trabajo académico se puede sintetizar en los siguientes
componentes:
a) La presentación: “Di de qué vas a hablar”
b) El núcleo: “Habla”
c) El cierre: “Di de qué has hablado”
La presentación o introducción se compone de un título, un índice general y un sumario, una
introducción sobre los principales temas a abordar, agradecimientos, etc.
La presentación es la encargada de provocar las primeras impresiones al lector. El título, el
índice y el sumario brindan una idea rápida del texto y deben permitir que el lector sea capaz
de responderse preguntas, tales como: ¿me interesa?, ¿debo leerlo?, ¿debo leerlo completo?
El sumario o resumen constituye una síntesis de todo el trabajo. No es un relato sobre los
distintos capítulos o temas a abordar, sino un resumen preciso del documento en su conjunto.
La elaboración del sumario constituye una actividad relevante y exigente. Es relevante porque
permite al lector tener una idea general sobre los temas tratados y las conclusiones. Es
exigente porque implica un esfuerzo de abstracción en relación a las ideas fundamentales del
trabajo.
El capítulo introductorio de un texto académico también anticipa el contenido del trabajo.
Debe ser breve y, en general, presenta los distintos temas a abordar, señalando el orden en
qué serán presentados. Generalmente, la introducción y el sumario son lo último que se
redacta, porque cumplen la función de “Di de qué vas a hablar”. Entonces para hacerlo
correctamente suele ser necesario haber culminado completamente la elaboración del texto.
El núcleo o cuerpo está conformado por el problema a estudiar, los objetivos del trabajo, los
antecedentes, el marco teórico, la metodología empleada, dependiendo del tipo de texto
académico de que se trate.
El cuerpo constituye el elemento central y es dónde se concentra la información y la
argumentación del texto. El análisis de la información se estructura en capítulos que
responden a los ejes temáticos del trabajo. Los capítulos, a su vez, suelen organizarse en
apartados para facilitar tanto la lectura como la formulación del desarrollo del texto.
Por último, el cierre incluye las conclusiones del trabajo, las recomendaciones, etc. Al igual
que la introducción, se caracteriza por ser un texto breve y esquemático, constituyendo un
recurso organizador de todo el contenido del trabajo.
El cierre presenta los resultados del análisis y es dónde se registran los nuevos conocimientos.
Asimismo, proyecta la información hacia el futuro ya que permite la preparación de tareas
posteriores, tales como la formulación de nuevas hipótesis, la preparación de nuevas
investigaciones y, en el caso de los informes técnicos, las recomendaciones o conclusiones
finales.
¿Qué otros elementos debe contener un texto académico?
Todos los textos académicos deben contener las fuentes bibliográficas que han sido utilizadas
o a las que se ha hecho alusión y, en algunos casos, contienen un apartado con anexos.
En los anexos se agrega toda la información que es necesaria para demostrar la idea y que no
resulta imprescindible que aparezca en el cuerpo principal. Estos solo constituyen un material
complementario, por lo que el texto debe poder ser comprendido por el lector sin los anexos.
La bibliografía incluye el listado de todas las fuentes citadas en el texto, conteniendo las
referencias bibliográficas completas y ordenadas alfabéticamente.
Además, las notas al pie, los párrafos y la propia estructura de la página contribuyen a
Organizar los datos e inciden en la confección de un texto académico.
¿Qué características debe tener un texto académico?
Finalmente, las características que debe tener cualquier trabajo académico se pueden resumir
en que debe ser:
 Pertinente: Que resulta oportuno y adecuado a la situación en la que se produce
 Programático: Que sigue un programa o un orden
Perspicaz: Que analiza con agudeza y profundidad
 Preciso: Claro, conciso, que expresa lo esencial

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